sábado, 27 de junio de 2009

La canción que es valiente es canción para siempre...

V CENTENARIO - LOS FABULOSOS CADILLACS

quiero vivir en américa
quiero morir en américa
quiero ser libre en américa
me van a matar en américa
El v centenario, no hay nada que festejar
latinoamericano descorazonado
hijo bastardo de colonias asesinas
cinco siglos no son para fiesta
celebrando la matanza indígena
Cuantos estandartes en las carabelas
cruzando océanos, la decadencia
hispanoamérica se viste de fiesta
celebrando la matanza indígena
No hay nada que festejar
juventud de américa, no debemos festejar
colonia imperialista tenida de sangre
sangre nativa, sangre de la tierra
Donde el indio nació y no pudo conservar
donde el indio murió y creció sueños de libertad (bis)
No hay nada que festejar

viernes, 26 de junio de 2009

K TE PASHA CLARIN... ESTASHH NERVIOSHOOO..!!

Nota enviada por Diego S.
Los tiempos que corren nos hacen pensar si la única verdad es la realidad que nos tratan de infundir las empresas de comunicación. Estas empresas que se sustentan y crecen a través de la concentración de medios, inaudita para una democracia.
Si se despertara Mariano Moreno y observara como está el país que el imaginaba en materia de prensa donde era un ejercicio para informar al pueblo lo que sucedían en política, se daría cuenta que su creación del diario La Gazeta (una tirada de corte político) fue una utopía que en la actualidad ha sido desbordada por los intereses económicos. No todos tienen la posibilidad de tener su espacio para difundir sus ideas.
Hoy, Clarín controla o participa, entre otras empresas, a Diario Clarín, Diario Ole, DyN (agencia de noticias 25%), La Voz de la Interior (diario de Córdoba), Los Andes (diario de Mendoza), Papel Prensa (36,9% distribución del papel del país), Torneos y Competencias, Televisión Satelital Codificada SA (50%), La Razón (diario gratuito matutino 75%), T y C Sports, Tele Red Imagen SA (50%), Revista Elle, Editora de Revistas SA (100%), Feriagro, Ferias y Exposiciones SA (100%), Inversora de Eventos SA (100%), Fullzero, Datamarkets, Ciudad Internet, Prima (82%), FM 100, Radio Mitre, Artes Gráficas Rioplatense (imprenta), GC Gestión Compartida SA (100%), Teledeportes SA (100%), Ubbi (buscador de internet), Clarín.com, Clarín Global, MULTICANAL (100% abonados 1.420.000), - Canal 13 (televisión abierta), TN (canal de noticias por cable), Volver (canal de cable), Magazine, Canal 7 (Bahía Blanca), Canal 12 (Córdoba) Participación: 85,2%, Pol-Ka (productora de programas) Participación: 30%, Patagonik Film Group S.A. Asociado con Buena Vista / Disney, Telefónica Media (productora de cine) Participación: 30%. Es tan extenso, que a veces Ernestina Herrera de Noble, Héctor H. Magnetto, José A. Aranda y Lucio R. Pagliaro no deben acordarse de todo lo que tienen.
Sin embargo, el periodismo de la empresa que manejan hace un periodismo comprometido, pero con los intereses de sus socios. Por eso, no deben conocer que según el Código Internacional de Etica Periodística de la UNESCO la información debe ser entendida como un bien social, y no como hacen ellos que la entiende como un simple producto. Así, expresa el Código que el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida. El periodista es responsable no sólo frente a los que dominan los medios de comunicación, sino frente al gran público, teniendo en cuenta la diversidad de los intereses sociales.
Por eso, Nelson Castro, M. Ruiz Guiñazú, Fernando Bravo, M. Grondona, Fontevecchia, y otros secuaces de los grupos económicos de las empresas de comunicación deberían informarse un poco sobre este Código de Etica ya que cuando hablan de institucionalidad, ética y periodismo independiente se les cae la cara y nos dibujan un modelo de periodista que no ejercen.
Ese modelo de país que nos quieren vender refleja las mentiras que esa línea conservadora de país no acepta un tipo de gobierno que afecte sus intereses. Ellos quieren volver a la década del `80…..pero del siglo XIX, quieren un país más neoliberal que en la época de Martinez de Hoz y Menem.

Críticas al gobierno de la oposición
Un país con menos mentiras
Como sucede en toda elección, hay siempre alternativas de modelos de país. A pesar de que algunos quieran hacernos creer el Fin de la historia (F. Fuyukama), y que la única ideología presente sea el capitalismo más salvaje (el neoliberal), creemos que un país debe intervenir en la economía para paliar esa fuerza innegable que tienen los grupos económicos que han transnacionalizado el planeta.
Es innegable, que esos mismos grupos económicos han materializado la información que es posible transmitir y las voces más inseguras (los que no puede comer, no tienen vivencia ni pueden educarse) no tienen voz ni voto en esa comunicación a transmitir.
Por eso, es inevitable mirar para adentro y preguntarse ¿estas críticas al gobierno tienen sustento o son otra forma de imposición de los grupos económicos hacia lo que ellos consideran como un gobierno afín a sus intereses? Indudablemente, que si tendrían las fuerzas armadas en la dimensión del gorilaje del 1955 o la planificada por el Plan Cóndor, otro hubiera sido el destino de nuestro país en el 2008.
Así, que hagamos un repaso a las críticas que se le hacen al gobierno:

- INDEC: un tema tan importante amerita una discusión importante, que ya publicaremos en el blog. Pero, en síntesis, aquí la intervención del gobierno de Néstor y Cristina trata de solucionar un problema que nos afecta a todos los argentinos: cómo se forma el Indice de Precios al Consumidor (el IPC es frecuentemente utilizado como medida de la inflación). Sólo capta las variaciones en los precios de los bienes y servicios de una canasta de consumo determinada, por tal motivo nos brinda solamente una aproximación a la inflación. Desde el `82 existe una corporación fraudulenta que maneja el INDEC.
Así, la canasta de bienes que conformaba el índice estaba constituida por productos que benefician a las clases media alta y alta de nuestra sociedad: por ejemplo, el consumidor típico vive en “barrio norte” de Buenos Aires, tiene 2 autos 0 km que compró al contado y tres heladeras más un freezer repletos de todo tipo de alimentos para el hogar que le demandan apenas el 22% de sus gastos, 2 viajes a Miami (con alquiler de autos incluido), más otra a Cancún, a España, es decir, un gasto superior al consumidor típico de los países avanzados. En esa canasta faltan verduras frescas como achicoria, espinaca, perejil, pero no faltan el precio del champagne extra brut de primera calidad, artículos que no son de consumo sino de inversión (prohibida su inclusión según las recomendaciones internacionales) y hasta la ridiculez de tomar cada mes el precio de castración de una gata.
Evidentemente, esto no refleja el consumo masivo de nuestra población más pobre que en su gran proporción salarial compra alimentos, bebidas y artículos de limpieza. Ese índice favoreció a Menem porque en ese entonces, la importación y los viajes al exterior eran posibles mientras se regalaba todo el país (empresas públicas, jubilaciones a las AFJP, fraudulento crecimiento de la deuda pública y desindustrialización con pérdidas de puestos de trabajo para beneficio de las empresas extranjeras).
Esa corporación que manejaba al INDEC asesoraba a bancos, consultoras privadas, fondos de inversión privados, y estos al contar con la información del INDEC de sus principales empleados les permitía hacer sus negociados.
En la renegociación de la deuda (con quita de hasta el 75%, por más que podamos discutir que esa deuda que nació con la dictadura y que en su mayoría era deuda ilegítima como lo explica Alejandro Olmos en sus ediciones literarias), uno de los integrantes de esa corporación el ex ministro R. Lavagna puso como condición que los bonos deberían ser ajustados por CER (es decir, que se ajustaba por la inflación del IPC). Por eso, cada punto de inflación que toda esta corporación defiende, implica al pueblo argentino un incremento de 1 millón de dólares de nueva deuda.
Ese es el verdadero motivo del conflicto del INDEC. Una corporación que ataca al gobierno para defender sus intereses económicos: los tenedores de bonos ya sean pertenezcan a empresas financieras, consultoras económicas, fondos de inversión, o bonistas que se benefician con el empobrecimiento del pueblo argentino.

-PRIVATIZACIONES: Maurizio Macri, en concordancia con Menem, asegura que el volvería a privatizar Aerolíneas Argentinas. Al igual, que Aguas y el Correo se olvida “ingenuamente” (jamás porque no es ingenuo aunque si bastante bruto) que estas empresas fueron reestatizadas porque no cumplieron con sus planes de inversión.

-ANSES Y AFJP: No sólo permitió haber recuperado la administración de lo público, sino también haber recuperado un sistema de solidaridad del que todos parecen haberse olvidado. Pocos recuerdan que el sistema de capitalización condenaba las jubilaciones a la miseria.

-Desindustrialización de Martinez de Hoz hasta De La Rúa o industrialización desde el 2003: desde el 2003 a la fecha desde el gobierno nacional se crearon tres millones de puestos de trabajo y hay 20.000 empresas nuevas en todo el país. Eso permitió bajar los planes sociales de casi 3 millones a seiscientos mil.

- SALARIOS: Críticas del modelo conservador: consideran que los salarios deben ser bajos para tener productos competitivos porque el salario es el que tiene mayor incidencia en el valor final del producto. Por eso, es imperiosa una mayor cantidad de desempleados (ejército industrial de reserva según Marx) para bajar el precio de los salarios. Un dato de F. de Narváez: 3.500 empleados echó de Casa Tía cuando lo compró. Echó a asistentes hasta cajeros y gerentes.
en este modelo progresista de los K motorizan el mercado interno, provocando el crecimiento de la industria y del empleo

-INTEGRACION: el modelo de Estado que desarrollan Cristina propulsa acuerdos regionales (MERCOSUR, UNASUR) para insertarse como bloque al comercio mundial en el modelo actual. En cambio, el modelo conservador de Macri, Reutemann, propugna la globalización como única lógica por igual para todas las regiones que terminan beneficiando a los países desarrollados, ya que ellos te venden productos manufacturados y nosotros commodities sin valor agregado. Lo que determina que en nuestros países haya mucho desempleo y hambre y en ellos haya pleno empleo y mucha riqueza. Un dato: de las exportaciones Argentinas al exterior de productos manufacturados a los países que más le vende en ese orden son: Brasil, Chile, Estados Unidos, México y Venezuela. Y las exportaciones a Venezuela siguen creciendo en este rubro lo cual hace muy importante nuestras relaciones con ellos.

Para terminar vamos con el paladín de la Seguridad F. De Narváez “Hay que ponerle límites a quienes se llenan la boca de ideología que, al final del día, no resulta en beneficio de la vida cotidiana de las personas", disparó el candidato, en contra de su rival en la provincia de Buenos Aires, el ex presidente Néstor Kirchner. Para mi, De Narváez vos no tenés ideología. Tu única ideología es el dinero, nunca militaste en política, no presentaste un proyecto en el Congreso desde que sos diputado, sos un vago porque faltaste entre el 60 y 80% de las sesiones al Congreso donde se votaron proyectos. Y hablás del mapa de la delicuencia como solución, que sabemos que no dio resultado en Nueva York, seguramente querés armar un escuadrón de la muerte como en Brasil y encubrís en alguna forma una nueva forma de comandos de la muerte. Además, con el tema de la efedrina estás más sucio que una papa. Ningún honesto habla como vos con el Rey de la Efedrina. Así, que no nos mientas más……..


lunes, 22 de junio de 2009

DESARROLLO LATINOAMERICANO BAJO LOS (nuevos?) ADVENIMIENTOS NEOLIBERALES

POR FLAVIO R.




Introducción:

La crisis del Estado de Bienestar en los años setenta, el impacto de los desajustes de la economía en la década de los ochenta, y la adopción del modelo neoliberal en los años noventa determinaron el desmonte del Estado desarrollista en los países andinos y por consiguiente el ocaso de las políticas regionales. Estas fueron reemplazadas por una corriente de descentralización para la repartición de recursos fiscales con acento municipalista, que ha postergado la descentralización para el desarrollo regional y local. Conjuntamente con las centralizaciones de los años ´80 y ´90, aparecieron tres ejes nuevos en cuanto al desarrollo regional: las políticas secto-regionales de innovación tecnológica, desarrollo productivo y competitividad; el ordenamiento territorial; y el desarrollo económico local.
Estos conceptos proponen algunos desafíos de cara al futuro en materia de políticas regionales, como será desarrollar la racionalidad sistémica necesaria para engarzar una variedad de acciones e instrumentos actualmente inconexos entre si; reorientar la descentralización hacia el desarrollo competitivo de las regiones y las localidades; y mantener la integridad del Estado-nación en medio de las exigencias externas de la globalización y de las demandas internas por mayores competencias para las entidades subnacionales. (Moncayo Jiménez, 2006).

Transito del EKB al ETS.
La llamada crisis del petróleo de los años setenta dieron fin a los treinta gloriosos años de lo que se llamo el Estado Keynesiano de Bienestar (EKB) cuyo modelo estaba en pleno ascenso y consolidación de políticas públicas de corte intervencionista, dirigista y formuladas con un enfoque arriba-abajo (top-down), es decir que este tipo de paradigma llevaba a cabo su ejecución como una secuencia lineal que descendía del centro a la periferia.
El EKB tuvo una intervención activa con dos objetivos para reducir las disparidades interregionales, por un lado a través de la promoción de las áreas atrasadas y la recuperación de las que estuvieran en retroceso, y por otro por razones de eficiencia económica, pleno empleo y el impulso de la demanda agregada, como la equidad interterritorial.
Las características de estas políticas de trazo intervencionista era en primer lugar dar fin a los mecanismos concentradores de la inversión en unos determinados emplazamientos, marginando a otras localizaciones, y en segundo lugar, aconsejaban a concentrar las inversiones en unos polos con capacidad para irradiar efectos de arrastre a todo el territorio nacional. ( la Teoría del “Gran Empujón”, The Big Push, actúo con una racionalidad similar).
La crisis de la economía mundial y del EKB en los años setenta determino el transito hacia un accionar del estado caracterizado por su repliegue a ciertas funciones básicas y la descentralización de competencias a las orbitas subnacionales.
Este transito se produce conjuntamente con el advenimiento de profundos cambios estructurales del capitalismo occidental como el posfordismo y los procesos de globalización, que encontrarán en el ETS un nuevo matrimonio a decir de Fernández.
Así, el Estado asume a lo que Bob Jessop dio en llamar el Estado de Trabajo Shumpeteriano
[1] (ETS) cuyos objetivos serán la promoción de innovaciones de productos, de procesos organizacionales y de mercados; el mejoramiento de la competitividad estructural de las economías abiertas, principalmente mediante la intervención del Estado pero ahora en lado de la oferta y paralelamente a la subordinación de la política social a las exigencias de la flexibilidad del mercado de trabajo y la competitividad estructural.
Los promotores del ETS, expresan entre otras cosas por ejemplo que, fue un error fijar políticas de salario mínimo y se escudan en que si esta política no hubiese existido, la del EKB, los empresarios estarían en condiciones de promover el pleno empleo, ya que el desempleo es consecuencia de los “altos salarios” que se han fijado a los trabajadores producto de las “presiones” sindicales y además de las cargas tributarias que deben soportar por parte del Estado, para mantener a sus trabajadores.
Como el EKB era la forma de regulación más apropiada para la reproducción ampliada del capitalismo fordista, el ETS resultará ser el armazón político más funcional al posfordismo.
[2]
Según los enfoques neoclásicos, dada la perfecta movilidad de los factores de la producción, el trabajo se desplazará desde las regiones atrasadas hacia las avanzadas y el capital lo hará en sentido contrario, toda vez que su tasa de rendimiento marginal suele ser mayor a aquellas regiones en las cuales los salarios y el capital per cápita son más bajos. En consecuencia, en el largo plazo la tasa de acumulación del capital tenderá a igualarse en ambos tipos de regiones, y por lo tanto, lo mismo ocurrirá con el ingreso per cápita.

La UE y su enseñanza para América Latina.
En la conformación institucional de la Unión Europea (UE) surgieron transformaciones dominadas por un fuerte y múltiple reescalonamiento espacial a nivel institucional y económico redefinieron el patrón de keynesianismo nacional sobre el cual estuvo basado el modelo de la UE en los ´50. En este marco de redefiniciones tuvo lugar una fuerte lucha entre proyectos, ideas, instituciones y fuerzas sociales por la imposición de un perfil específico al nuevo orden posfordista keynesiano.
La implementación del proyecto triunfante significo el establecimiento de una disciplina neoliberal que compelió a las instituciones nacionales y subnacionales a crear una estructura gubernamental “amigable y segura” para la expansión del capital global.
Dos cuerpos institucionales reflejan este objetivo estratégico; por un lado fue la EUROPEAN ACT (1986), que marco el movimiento neoliberal más reconocido, dirigido al desmantelamiento del marco institucional keynesiano y del consenso neocorporativo de la posguerra por medio de un impresionante proceso de desregulación, valiéndose del hiperoptimista Reporte Cechini, la European act llevo a los estados nacionales europeos a dar curso a más de 300 medidas desregulatorias que incrementaron considerablemente la libertad y movilidad del capital global en el proceso de unificación.
Si los instrumentos de desmantelamiento contenidos en la European Unión Single Act expresaron el movimiento de roll-back del neoliberalismo, el segundo cuerpo institucional representado por el TRATADO DE MAASCTRICHT (1993), indica el movimiento de roll-out, encargado de promover nuevas instituciones regulatorias, desplazando el empleo subvencionado por el gasto público como eje central de las políticas económicas y emplazando como prioridad el control de la inflación.
El tratado de Maasctricht atacó al corazón de las instituciones y sobre todo de las políticas keynesianas, imponiendo compulsivamente un conjunto de reglas de convergencia
[3].
América Latina (AL), no puedo aprender de la estrategia de desarrollo regional de la UE es que no existe nada parecido a un modelo a copiar o en el cual inspirarse, y que, desde una perspectiva territorial dinamizadora e inclusiva, ningún cambio significativo parece posible sin una formula alternativa en la estrategia que llevo adelante la construcción de la UE.
Cabe resaltar, que desde su ausentismo sobre esa concepción del territorio como si fueran cerramientos auto- reproductivos propios de los Neoregionalismos
[4] (NR), las políticas regionales de la UE son incapaces de dar respuesta a por ejemplo a cuestiones de: ¿por qué las regiones más atrasadas y empobrecidas, dominadas por instituciones colectivas débiles, comportamientos free riders, baja calificación de los recursos humanos y programa de apoyo con un presupuesto de tan solo el 0,5 % del PBI de la UE, podrán generar formas autoorganizadas de desarrollo aún difíciles de ver en ámbitos social e institucionalmente más avanzados? ¿Por qué creemos que las regiones crecientemente periféricas podrían crecer al ritmo de los grandes centros territoriales? (Fernández, 2008)

Desmantelamiento Estatal y (vía) libre mercado.
Si bien las políticas de tercera generación acentuaron la competitividad sistémica y enfatizaron la importancia de las condiciones básicas, estas no solo se refirieron al marco macroeconómico, sino también a un conjunto de acciones de nivel meso (sectorial y local), reforzando la competitividad de los sistemas regionales de producción.
A partir de los años setenta el neoliberalismo aterriza de lleno en AL y lo hace con su mejor expresión, a través de golpes de estado que se suceden sistemáticamente a los largo de todo el continente, empeñados en imponer la libertad de mercados bajo la consigna de combatir los focos del comunismo
[5], financiando a las FFAA para instaurar la libertad de mercado mediante la represión política.
En AL la operación de desarme del EKB fue mucho más grotesca que en UE, siendo las Presidencias de Reagan y Thatcher los referentes del neoliberalismo en el Cono Sur. Argentina, Chile, Uruguay sufrieron golpes de estado y por ende el fin de las políticas públicas y del estado interventor.
Luego de algunos años de desmantelamiento, más precisamente en los años noventa, se llevará adelante un proceso privatizador escalofriante, pero por sobre todo logrará instalar en la sociedad el concepto de “estado deficitario”, para dar así la estocada final a lo que se llamo el EKB.
Amin, a sostenido que: “Sin prestar atención a las mas amplias circunstancias institucionales y del mercado que modelan los destinos locales, las estrategias focalizadas desde la comunidad nunca serán mas que un engaño para las altamente presionadas ciudades y regiones, posiblemente solo sean un paño frío, en tanto que el apoyo brindado por el Estado de Bienestar y otros medidas redistributivas son sutilmente retiradas en nombre de una perspectiva basada el empowerment de la comunidad, dejando que “la porción del León” de políticas y acuerdos institucionales para el desarrollo económico nacional permanezca sesgada hacia las ciudades y regiones más prosperas.”

Algunas Recetas y Conclusiones.
Como hemos podido observar, lograr procesos de desarrollo local y regional podría ser posible, pero será necesario abandonar la aceptación pasiva de las reglas macroeconómicas neoliberales y el rol complementario adjudicado, y asumido, por los NR, esto significa preservar una administración macroeconómica equilibrada y eficiente, pero en dirección opuesta a las propuestas desregulatorias y privatistas.
Una estrategia de desarrollo regional integral necesita recuperar a favor del Estado márgenes de acciones fiscales y monetarias para dar a las instituciones nacionales y supranacionales capacidad para generar acuerdos regionales inclusivos y redistributivos.
Es necesario rescatar algunos elementos que no han sido tenidos en cuenta como, las trayectorias y modelos nacionales de capitalismo y el Estado nacional, es fundamental establecer condiciones y restricciones supranacionales comunes a la movilidad del capital para contribuir a la redefinición del perverso mecanismo creado por complejas redes en las cuales las regiones centrales pueden subordinar y explotar a los territorios más pobres con mano de obra barata.
La descentralización esperaba dar respuesta para un desarrollo local competitivo, asegurar la equidad social a escala territorial, aumentar la participación política y promover la eficiencia y la transparencia de las administraciones públicas.
Pero sin embargo, no fue utilizado como un mecanismo de democratización y de redistribución del poder político que permeabilizó el régimen de las presiones de participación popular con base regional, sino que fue vilmente utilizada como una estrategia neoliberal para remitir cualquier alternativa popular al plano local y macroeconómico, mientras que las grandes decisiones permanecieron centralizadas y abiertas a una lógica de articulación transnacional.
Es así, como los mentores del posfordismo se han encargado de vaciar de recursos de las regiones periféricas en pos de aquellas más desarrolladas, generado un aislacionismo y permaneciendo subordinadas a actuar solamente como poleas de transmisión de las acciones emprendidas por aquellas.
¿Estará entonces AL en condiciones de oponer resistencia a los modelos fallidos de la UE y de crear nuevas expectativas de cara al resurgimiento de la crisis capitalista de 2009 o será ésta quien junto a las demás regiones periféricas las que soportarán toda la crisis mundial?

[1] Schumpeter; Nació en Triesch y estudió en la Universidad de Viena. Fue pupilo de Friedrich von Wieser. Enseñó Economía. Fue profesor de la Universidad de Harvard desde 1932, se destaca por sus investigaciones sobre el ciclo económico y por sus teorías sobre la importancia vital del empresario en los negocios, subrayando su papel para estimular la inversión y la innovación que determinan el aumento y la disminución de la prosperidad
[2] Las profundas alteraciones operadas en los patrones de acumulación y regulación fordista conllevaron a una redefinición en las pautas reproductivas del capitalismo que alcanzaron con profundidad su geografía ( Tickell; Peck 1995)
[3] La Public Choice va a insertar un cambio el las lógicas direccionales de las relaciones del estado-sociedad y va a explicar el comportamiento de un mercado en equilibrio que terminará asfixiado por la sobreintervención estatal e implantará novedad metodológica respecto al enfoque neoclásico en refiere a que los individuos que participan en procesos de decisión colectiva (votantes, políticos y burócratas) son las mismas personas que actúan en el mercado.
[4] Los acelerados procesos de globalización y competitividad, dieron paso a nuevos conceptos como: distritos industriales, medios innovadores, regiones aprendientes, clusters, etc. e inundaron la agenda del desarrollo regional con elementos teóricos y empíricos que presentan al territorio como centro constitutivo de las ventajas estáticas y dinámicas que fundan la competitividad (Fernández, 2001)
[5] La Guerra Fría designó esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a EE.UU. y la Unión Soviética y sus respectivos aliados tras la segunda guerra mundial. Este conflicto fue la clave de las relaciones internacionales mundiales durante casi medio siglo y se libró en los frentes político, económica y propagandístico, pero solo de forma muy limitada en el frente militar.

martes, 16 de junio de 2009

SITUACIÓN DE LECTURA

Por Diego S.

En la edición del 4 de mayo de 2001 del diario “Clarín”, se publicó una encuesta del Plan Nacional de Lectura del Ministerio de Educación. Los encuestados eran 2.400 personas y tenían más de 18 años.
La encuesta nos determinaba que el 45 por ciento de los encuestados no leía ningún libro en el último año, el 35 por ciento entre 1 y 4, el 12 por ciento entre 5 y 10 y el 8 por ciento leyó más de 10 libros.
Asimismo, se le preguntaba por qué no leían y la respuesta más frecuente es la falta de interés. Y los restante motivos con mayor cantidad de respuestas era la falta de hábito, la visión y de tiempo. Sin embargo, de los datos obtenidos, claramente podía inferirse que los que leían tenían el mismo tiempo que los que no lo hacían. Lo que en realidad ocurría, era que encubrían su falta de interés en la lectura.
Sin duda, que han pasado unos años de la encuesta, pero mantiene su vigencia según lo que se observa en la actualidad.
La situación de la lectura se ha convertido una preocupación en diversos ámbitos en las últimas décadas. La televisión y la era digital se han constituido en las amenazas principales para el libro como herramienta de entretenimiento y de conocimiento. Asimismo, en las escuelas los docentes se han dado cuenta de esa falta de interés de los niños hacia la lectura y eso se va trasladando a sus familias en el presente y en el futuro. No obstante, esa falta de interés es la contracara de la concurrencia a las Ferias del Libro de Buenos Aires o de otros lugares del mundo, que aumenta año a año.
Si nos retrotraemos en el tiempo, desde la aparición del universo, hace millones de años, la escritura tiene una antigüedad de 5000 o 6000 años. Sin embargo, la generalización de la población hacia la lectura tiene tan sólo 150 años. Es decir, que antes había sido reservada a una escasa población (sacerdotes, funcionarios, etc).
Quienes leían libros eran sobretodo los mismos que los escribían. Eran una pequeña comunidad que se identificaba con la educación y la indiferencia –debido a su capacidad económica- ante los trabajos remunerados.
Con el invento de la imprenta, se produce el verdadero cambio. A partir de la difusión de los escritos a través de copias múltiples de un mismo texto se transformó la cultura. Igualmente, seguía circulando entre un público reducido, ya que la mayoría de la población no sabía leer ni escribir. Cuando el texto llega a las clases sociales más bajas, se puede hablar del real cambio cultural. Lo que se buscó en un principio fue que todas las personas puedan leer para acercarse a Dios, a través de la lectura de la Biblia.
Hoy, después de 150 años de dominio del texto escrito todavía existen sociedades en vías de desarrollo y luchando contra el analfabetismo. Sigue siendo un desafío. Aunque también es un desafío la aparición de la multimedia, la globalización (o imperialismo en otros términos), las telecomunicaciones, la televisión, las computadoras e Internet que modifican la forma de leer, de comunicarnos y de acceder a la información.
Sin embargo, esos avances tecnológicos no deberían ser considerados como una amenaza al texto. Pero es necesario, entender que el concepto de lectura se ha modificado. Las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) lejos de alejarnos del texto y la lectura, los revalorizan.
Y citando a Humberto Eco “No se puede aprender a usar una computadora si no se sabe utilizar un libro... La computadora es el reino del escrito, el reino de la civilización del alfabeto”.
Estas TICs nos permiten combinar texto, imágenes y sonidos; lo nuevo es que frente a la computadora, nos encontramos frente a hipertextos (textos que abren a otros textos). Así, cada persona se va dirigiendo hacia lo que es de su interés. Pero estos hipertextos generan cambios psicológicos, desinterés por argumentos complejos, lectura parcial, entre otras desventajas.
A su vez, el televisor como entretenimiento genera pasividad a partir de la lectura de imágenes.
A través de una encuesta “Los argentinos y los libros” publicada por la Revista Ñ, se llegó a la conclusión de que el descenso social de la población se acompaña por un menor acceso a la lectura. Esta encuesta es más actual, ya que se divulgó el 17 de enero de 2008.
Las importantes conclusiones que se pueden extraer de esta encuesta son:
1) Entre los que no leen libros, un 40% dicen que les parece aburrido. Además, un 37% asegura no tener tiempo, mientras que un 12% no lo hace porque salen caros.
2) ¿Cuánto leen los que leen? Un 43% dijo que entre uno y cinco libros al año; un 30%, entre 6 y 10. Un cuarto de los que aseguraron leer libros dijo que fueron más de 10.
3) Los que leen expresan que el principal motivo es el placer (38%), "el estudio" (33%) y las "ganas de informarse" (14%).
4) Un 40% de las personas que leen libros los compra, mientras que un 27% los recibe prestados o como regalo y un 13% los consigue en el colegio o la universidad. Recién después de las descargas por Internet aparecen los préstamos de bibliotecas públicas, con un 6%.
Es interesante, rescatar las opiniones de quienes no leen. Otra vez, aparece la falta de interés y de tiempo. Igual, que en la encuesta ya expuesta, se cree que se debe a la falta de interés. Esta falta de interés que debe ser motivada por el Estado a través de sus políticas públicas.
Sin embargo, los que consideran que el libro es caro, hay una asociación directa entre el descenso social de la población y el acceso a la lectura. Si el país se empobrece, es muy probable que sus poblaciones carezcan de entretenimientos, ya que el ser humano primero trata de alimentarse y vestirse. En ese sentido, la lectura quedaría relegada.
Por ello, es necesario revertir la situación de las bibliotecas públicas y hacer que la gente en los barrios las visite como un lugar de reunión y sea el primer eslabón hacia un mejoramiento de la lectura. Ello será posible si valorizamos este lugar de encuentro social, lo que debería ser estimulado por los gobiernos nacionales, provinciales y locales a través de una adecuada infraestructura, de la provisión de libros y de docentes que promuevan la lectura. Pero lo más importante de todo, será ubicar a las bibliotecas en el lugar donde más se necesitan.
En torno a esta polémica de la situación de la lectura, Steve Jobs, cofundador de Apple y creador de productos únicos como la Mac, el iphone, el ipod, comentó “No importa cuan bueno o malo sea el producto, lo cierto es que la gente ya no lee, el 40% de los norteamericanos leen un libro o menos por año”.
Sin embargo, Harry Potter en el año 2007 vendió 9 millones de copias en 24 horas, El Código Da Vinci 60 millones, mientras que sólo se vendieron 3.7 millones de iphones en el mismo año.
En base a estos libros de moda, cabe preguntarse: ¿el mercado fija los libros a vender? ¿cuál es el futuro de la lectura profunda? ¿aparece un nuevo cuidado del medio ambiente a través de la lectura digital? ¿o lo que sucede es un nuevo sistema multimedial más democrático y masivo de lo que fue anteriormente la lectura?
Se ha hablado tanto de la muerte de la lectura. Pensar de esa manera, sería no entender lo que permite la lectura. La lectura no es solo conocimiento, es sentir, imaginar, creer, pensar y, además, la construcción social en el mundo que nos lleva a querer mejorar la vida humana. Por ello, libros como el “Nunca Más”, “El diario de Ana Frank” y “La cabaña del Tío Tom”, no hacen más que mostrarnos como el ser humano puede destruir a otro humano. Por ello, la lectura de esos libros sirven como construcción a un mundo mejor, haciéndonos más humanos.
Así, lo graficó en su discurso inaugural de la 35va Feria del Libro en Buenos Aires, la escritora Angélica Gorodischer al enseñarnos que “Fuimos humanos cuando nos apoderamos del libro“.
Por eso, no deberíamos hablar en términos de muerte de la lectura, sino de reinvención de la misma, a través de las tecnologías como sistemas de distribución (libro digital vs. libro de papel, Internet vs. editoriales, papel vs. pantalla).
Y detenerse en esa reinvención hace que la lectura no esté compuesta sólo de textos sino también de imágenes, sonidos y objetos. Lo que puede resultar un desorden en donde la falta de reglas y estética, pueda convertirse en un carnaval. Por ello, habrá que ser muy cuidadoso al establecer un límite hacia lo que debe ser la lectura en el futuro. Lo perjudicial para la humanidad sería una falta de análisis y de hacer de la era digital una búsqueda de lo efímero sin contenido conceptual. Por eso, la lectura profunda no debería morir jamás.
La Lectura en la Escuela
La situación de la lectura en las escuelas argentinas es un síntoma de la falta de adecuación de las políticas públicas para motivar a los niños a la lectura.
En ese sentido, Eduardo Báez Cruz, director de Libros para Niños, una fundación que promueve la lectura entre niños y jóvenes en Nicaragua, brinda un panorama de la situación “La escuela no ayuda a formar lectores, sino todo lo contrario: realiza un trabajo con el que logran que todo estudiante, de cualquier nivel, salga viendo a la lectura como un mal necesario”.
Asimismo, expresa que “…la mayoría de niños crecen en hogares donde no hay libros….Y es en el momento que los niños aprenden a leer que hay que enamorarlos de la lectura, darles materiales, para que empiecen a darse cuenta de que leer es divertido. Porque en el momento que aprende a leer, para el niño la lectura es algo fascinante.”
Evidentemente, esa pérdida de fascinación se debe al modo que se evalúa la lectura. El niño no se prepara para disfrutar de la lectura. Sino que lo hace pensando en cómo lo van a evaluar: que le van a preguntar, que resumen le harán hacer, el cuestionario a contestar, etc., entonces la lectura se va asociando con una obligación, con algo que hay que hacer para que le pongan una buena nota, que los padres no los reprendan si no aprueban, y así se genera en una dependencia de cómo te irá en la escuela.
Así, el niño que no tiene acceso a la lectura porque no posee los medios económicos para ello, asocia la lectura con una obligación. En cambio, cuando uno se forma como lector es porque la considera divertida, te hace sentir, sufrir, emocionarte.
Al respecto, el pedagogo italiano Francisco Tonucci expresa que “Desde que la escuela es democrática, es decir, abierta a todos, la mayoría de los chicos que acceden a ella no tienen una experiencia de lectura familiar: no tienen libros en casa y nunca han visto a sus padres leer un libro. ¿Cómo pueden entender entonces que escribir o leer es tan importante?". Es decir, que si los adultos no tienen placer por la lectura es imposible enseñarles que leer sirve mucho más que subrayar los sustantivos o verbos de un texto. Si la lectura es placer no se impone sino que se contagia. Por ello, el italiano dice que "Por eso la escuela tiene que suplir esa deficiencia".
Francisco Tonucci también es muy crítico con el sistema educativo. Hablando del sistema educativo italiano, que no difiere en ese aspecto en el argentino, piensa que a medida que baja la edad de los niños más baja es la formación docente. Considera que esto contrasta con la exigencia de los niños, porque es en esa época donde el desarrollo de los niños es el más importante.
Evidentemente, que esa falta de congruencia provoca que los docentes no entiendan a los alumnos, pero no porque no sepan entenderlos sino, porque no los escuchan. Así, Tonucci expresa que “…la actitud de los enseñantes es de hablar, de explicar, de enseñar, más que de escuchar. Como no se ponen en una actitud de escucha, no pueden vivir la experiencia de entenderlos”.
Sin embargo, esa falta de escucha a sus alumnos es parte de un sistema educativo de transmisión: ellos son los que saben y esa es la defensa de un maestro con poca formación: se cierra en esa postura del “que sabe todo” y la única manera de defenderlo es proponer siempre sin escuchar nunca. Así, Tonucci indica que “…se ponen en una actitud de ataque, y condenan al niño a una actitud de defensa, de recibir pasivamente, escuchar, repetir, sin interrogantes…”
De esa manera, sólo van quedando en la escuela los que se adaptan a esa cultura escolar. Los demás fracasan. A pesar de ello, los chicos se adaptan a ese tipo de docente. Hacen lo mismo que en sus hogares frente a la incapacidad de entenderlos de los adultos: el niño se queda solo, se encierra y va buscando otros medios para integrarse en el mundo como la televisión, la Internet, los amigos, los videos. Así, espera recibir su título en la escuela y después empezar su vida.
Y si se quiere estimular la lectura, es fundamental la obra del docente. Hay docentes que no leen. Entiéndase, si no le gusta leer cómo podrá transmitirle la pasión por la lectura alguien que no sabe lo que es disfrutar de ella. Por eso, el amor y las ganas de leer, de poder expresarse, de ir guardando en la memoria las experiencias leídas, sólo será posible con un docente comprometido y fascinado por la lectura.
Una sociedad humana que sea considerada no lectora en el futuro, perderá sus rasgos de humanidad. La evolución se convertirá en involución al detener su desarrollo cultural, ciudadano y democrático.
Propuesta para recuperar la lectura
Creo, fervientemente, que para que nuestro país sea el ejemplo del progreso para América Latina debería producirse una revolución cultural.
Coincidiendo con el diputado Agustín Rossi del Frente para la Victoria, es necesario y urgente encaminar la doble escolaridad.
Por ello, mi opinión de esta necesidad radica en la realidad social argentina ante las nuevas exigencias de la organización de las familias, con la incorporación de la mujer al mundo del trabajo y el riesgo de las casas vacías. Asimismo, para aislar a los chicos de la calle donde pueden quedar sumergidos en la droga, el delito y todas las miserias que produce el capitalismo en la humanidad.
Esta doble escolaridad obligatoria o jornada extendida permitiría generar una igualdad de oportunidades real para todos los chicos en edad escolar y una calidad educativa de excelencia que produciría la revolución cultural del país. En el futuro, redundaría en trabajo para los argentinos y progreso en la producción de bienes y prestación de servicios.
A través de esta extensión de la escuela, se permitiría que niños y jóvenes puedan asistir a actividades deportivas y talleres artísticos (teatro, música, lectura, etc.) con la participación de docentes, que de otra manera no lo podrían hacer, y que genere una instancia de retroalimentación estimulante en esas actividades.
En este marco, la lectura debe ser el motor de desarrollo para los niños y jóvenes. Aquí, vale la pena detenerse. Para poder llegar al lector, será necesario darle participación en la elección de los libros. No siempre el docente debería elegir el libro a leer. Y en esa participación, un punto intermedio sería que ellos elijan entre una cantidad de libros proporcionados por el docente (15 por ejemplo) cuál quieren leer, siempre mediando una síntesis del docente de cada uno de los libros a elegir.
La cuestión principal es que se desarrolle el amor por los libros. Generar una pasión, el sólo hecho de amar la lectura llevará al lector inevitablemente a los libros que forman nuestro canon universal. En contraste con ello, la lectura obligatoria alejará definitivamente a nuestro potencial lector de la lectura.
También, el Estado deberá participar en el fomento de las bibliotecas públicas destinando una parte importante de sus presupuestos. Además, en el caso de las personas que les gusta leer pero que encuentran caro a los libros, deberían editarse libros desde el Estado a precios económicos.
Tonucci piensa que la mayoría de las escuelas en los países desarrollados son ilegales. Lo sostiene al indicar que no cumplen con la Convención sobre los Derechos del Niño, que en su artículo 12º tipifica que los niños tienen derecho a expresar su opinión y a que esta sea tenida en cuenta. Los adultos deben consultar a los niños las decisiones que los afecten y no imponerles sus criterios. Es decir: dialogar.
Una anécdota de Tonucci sobre la escuela permite imaginar esa situación de falta de diálogo: “Imaginemos una sala de espera de una estación de tren, llegamos y vemos a 20 personas que leen, algo raro de por sí. Imaginemos que leen, no una revista o un periódico, sino ¡un libro! Ahora nos acercamos y descubrimos que todas leen el mismo libro. Nos inquietamos, ¿verdad? y ahora nos acercamos un poco más y vemos que todas esas personas van por la misma página. Parece obra de un demonio, ¿no? Pues bien, eso ocurre en la escuela todos los días".
Por eso, el objetivo de esta doble escolaridad es crear una sociedad cada día mas humana. Y ello será posible, si entendemos que la verdadera igualdad de oportunidades se logra con una carrera donde todos parten del mismo lugar de salida.
Es por ello que demando por un Estado que intervenga en la mayor proporción en la economía; a diferencia del pensamiento imperante del neoliberalismo, la corriente más cruel del sistema capitalista.
Así, con la doble escolaridad podremos lograr una sociedad más humana y con ella, un desarrollo de sus condiciones ciudadanas, éticas y democráticas. La verdadera democracia será posible con Educación, Salud, Alimentación y Vivienda para todos.

domingo, 7 de junio de 2009

EN ESTAS ELECCIONES VOTA CON RESPONSABILIDAD...

SAN MARTÍN





BELGRANO



SEAN CRÍTICOS. SALUTIO!

miércoles, 3 de junio de 2009

LA UIA y SU RELACION CON LA DERECHA EN ARGENTINA

NOTA ENVIADA POR DIEGO S.

Estos artículos que se muestran a continuación han sido publicados en Página 12. Reflejan una mirada distinta de la que proclama la derecha argentina (Carrió, Macri, De Narvaez).
Es evidente, que estos intentos de sumar votos de parte de la derecha, no hace más que mostrar su falta de ingenuidad pero, además, su ignorancia sobre el modelo económico y las exportaciones que tiene la Argentina.
Hoy son muy importantes las exportaciones hacia Venezuela, lo que hace que sea un socio estratégico en el Mercosur.
Lo que si hay que pensar y repensar es el papel de la UIA. Ellos no son ignorantes en lo que hace a un modelo económico. La conducción actual de la UIA entiende perfectamente cuando critica a un modelo como el iniciado en 2003 en el gobierno de Kirchner y si lo hace es porque prefiere volver al modelo neoliberal y que sólo sean beneficiados unos pocos. Prefieren que retorne el desempleo, la deflación, la desindustrialización.
Esta UIA no le interesa negociar los sueldos en paritarias: logro kirchnerista que permitió en tan sólo 5 años realizar más de 5.000 paritarias, que si la comparamos con la década del 90 hasta Duhalde suman 500.
Esta UIA, que responde a la derecha, y que ya deberíamos dejar de confundir teóricamente que existe una burguesía nacional buena o un capitalismo más humano. Esos errores no nos tienen que hacer caer en ingenuidades a la clase obrera nunca más. El capitalismo fue, es y será siempre salvaje con los oprimidos.

¿Chavizaqué?


Lo primero que conviene distinguir, para al menos saber de qué hablamos, son los diferentes tipos de nacionalizaciones en Venezuela. La primera oleada se inició en mayo de 2007, luego de que Chávez arrasara en la campaña por su reelección, con el anuncio de la estatización de las empresas privadas que operaban en los campos petrolíferos de la Faja del Orinoco, los más grandes de Occidente, con reservas estimadas en 316 mil millones de barriles. Todas las compañías –salvo la estadounidense Exxon Mobil, que litigó y perdió en los tribunales internacionales– llegaron a acuerdos con el gobierno: o recibieron compensaciones al estilo Techint o aceptaron seguir operando en las nuevas condiciones. En estos casos, la nacionalización terminó en una redefinición de los contratos.

Esta primera oleada nacionalizadora es clásica: un Estado monoproductor apropiándose de su casi único recurso económico, como sucedió con la nacionalización del gas de Evo Morales en 2006 o, más atrás en la historia, con la estatización de la minería por parte de la Revolución Nacional boliviana en 1952, con la chilenización del cobre iniciada por Eduardo Frei Montalva en 1964 y concluida por Salvador Allende en 1970, o con el primer impulso nacionalizador del petróleo venezolano bajo el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez en 1975.

Pero fue sólo una primera etapa, pues Chávez avanzó después sobre la siderurgia, el cemento, las telecomunicaciones, la electricidad, unas pocas empresas alimentarias que aumentaban los precios y algunos bancos, entre ellos la filial venezolana del Santander, con el objetivo proclamado de tomar el control de las “industrias fundamentales”. La estrategia de esta segunda oleada nacionalizadora, inspirada en el industrialismo de los ’50, consistiría en apropiarse de estos “resortes estratégicos” como supuesta forma de asumir el control de la economía y reafirmar la soberanía nacional (hay en esta visión evidentes reminiscencias de la posguerra). Y aunque pudo haber dado resultados en los ’50, parece un poco demodé en la actualidad, con economías, incluso la venezolana, más complejas, heterogéneas y transnacionalizadas que las del siglo pasado.

Otros instrumentos

Si el objetivo es influir en la orientación económica, existen herramientas más sofisticadas y sutiles, aunque también más difíciles de aplicar, que la simple estatización de empresas. El mejor ejemplo es por supuesto el Bndes brasileño, con un capital de 70 mil millones de dólares y últimamente orientado a apoyar la internacionalización de las empresas nacionales; en mayo del año pasado se conoció la asombrosa noticia de que el grupo brasilero JBS-Friboi había comprado, con créditos del Bndes nada menos que la empresa estadounidense Swift & Company, convirtiéndose en el mayor procesador de carne del mundo.

Otro ejemplo, menos conocido pero también notable, es el de la Fundación Chile, institución orientada a la promoción de exportaciones. A principios de los ’80, la Fundación Chile llegó a la conclusión de que el país era ideal para producir salmón, ya que posee lagos de agua dulce y fiordos sobre el Pacífico que no se congelan en invierno (como sí ocurre en No-ruega, hasta aquel momento el líder mundial). La Fundación Chile creó su primera granja de salmón en 1982 y luego la vendió a una empresa privada. Más tarde buscó incorporar tecnología, contrató a especialistas internacionales y lanzó una campaña de marketing. El año pasado, Chile exportó 2500 millones de dólares de salmón y hace ya cuatro años que es el primer exportador mundial.

Parecidos y diferentes

Más allá de las valoraciones sobre la estrategia económica de Chávez, lo central es que la economía de Venezuela tiene muy poco que ver con la Argentina. Más parecida a la de Nigeria o Arabia Saudita, es una economía rentista que exporta básicamente un solo producto (petróleo) a básicamente un solo país (Estados Unidos), que no fabrica prácticamente nada y que importa casi todo lo que necesita (el 70% de los alimentos que consume) básicamente desde sus dos rivales ideológicos (Estados Unidos y Colombia).

En suma, una típica estructura monoproductora enferma de rentismo que no ha cambiado en absoluto desde el inicio de la Revolución Bolivariana. De hecho, en los últimos diez años la primarización se ha consolidado, tanto como resultado de la errática política oficial como por efecto de los altos precios del petróleo, que cancelan cualquier iniciativa más o menos productiva. La mejor síntesis es la del editor Rafael Peloe: “En este país no hay buenos y malos gobiernos sino buenos y malos precios del petróleo”.

Teniendo en cuenta estas diferencias, ¿es sensato pensar en un proceso de chavización en la Argentina? Contra lo que desean los nacionalistas del siglo pasado y temen algunos distraídos, la respuesta es no, pero menos por un defecto de bolivarianismo de Kirchner que como resultado de las particularidades de la estructura económica local. Ocurre que, afortunadamente, la economía argentina se encuentra mucho más diversificada que la venezolana. Por eso, incluso en el improbable caso de que, como propone el cineasta Pino Solanas, el Gobierno decida nacionalizar el petróleo y el gas, obtendrá el control de apenas un resorte económico entre muchos otros, que no alcanzará para orientar el rumbo general de la economía (como sí sucede cuando el Estado venezolano o boliviano o chileno se apodera del petróleo, el gas o el cobre).

Retenciones bolivarianas

En rigor, lo más parecido al petróleo que tenemos aquí son los alimentos y, sobre todo, los granos o las cuasi commodities elaboradas con ellos (aceite de soja sin refinar, por ejemplo) que en total representan 51 por ciento de las exportaciones, según los números de 2008 de la Fundación Export.Ar. Si descartamos de entrada el delirio soviético de nacionalizar toda la tierra cultivable, lo más parecido a una nacionalización a la venezolana que podría aplicarse en la Argentina sería la estatización del comercio exterior a través de un nuevo IAPI, decisión que el gobierno kirchnerista descartó en su momento.

En otros términos: Kirchner tuvo la oportunidad de avanzar por un camino más radical en pleno conflicto por el campo pero, a pesar de los gritos de De Angeli, prefirió no hacerlo, y optó por un más moderado intento de aumentar los impuestos a las exportaciones. No es el único que sigue esta estrategia: Rafael Correa tampoco apostó a la nacionalización del petróleo y prefirió crear nuevos impuestos a las ventas de petróleo (las retenciones ecuatorianas).

¿Hay margen para un cambio en esta política? Parece difícil. Hoy, en medio de la campaña electoral y ante la evidente necesidad oficial de pactar con los sectores tradicionales del peronismo y la CGT –fueron sugestivas las declaraciones de Hugo Moyano contra la nacionalización venezolana–, la posibilidad de una chavización es mucho menor que en el pasado.

En cuanto a las estatizaciones, las decididas por Kirchner han sido pocas y dispersas, en general ante evidentes incumplimientos contractuales (Thales Spectrum, Aguas Argentinas) o ante la necesidad de garantizar la prestación de un servicio considerado esencial (Aerolíneas, Correo Argentino). En algunos de estos casos, como el Correo, la empresa privada parecía más bien deseosa de sacarse un negocio ruinoso de encima.

La excepción a esta norma es la estatización de las jubilaciones, con la gran diferencia de que no se trata de un resorte productivo sino financiero y, para colmo, más bien esotérico (las AFJP no son bancos). En términos del TEG, las nacionalizaciones argentinas no son estratégicas sino tácticas (recuérdese por ejemplo que la intención original del Gobierno no era quedarse con Aerolíneas sino ordenarla y reprivatizarla, y que la decisión de mantenerla en manos oficiales fue consecuencia, curiosamente, de las presiones opositoras).

A diferencia de Venezuela, donde la ola estatizadora es parte de un plan definido y explícito, en la Argentina no se observa un retorno del Estado empresario de los ’50, cosa que tampoco sucede en Brasil o en Chile, y que notablemente está ocurriendo en algunos países ultraliberales como Estados Unidos, aunque como resultado de las presiones de la crisis y no como consecuencia de una decisión voluntaria del gobierno.

Estridencias

La decisión de Chávez de estatizar las filiales de Techint sin aviso previo generó un proceso similar al desatado por el gobierno de Evo Morales el 1º de mayo de 2006, cuando anunció la nacionalización del gas. Con dos diferencias. La primera es de fondo: Evo no nacionalizó bienes de una empresa privada sino de una compañía estatal, Petrobras, que controlaba los dos principales campos gasíferos bolivianos. La segunda diferencia es escenográfica: como Chávez, el líder del MAS anunció su decisión de manera sorpresiva, pero además se trasladó personalmente al pozo de San Alberto, en Tarija, y leyó el decreto rodeado por militares vestidos de fajina.

En aquel momento, la oposición brasileña también presionó a Lula para que endureciera su posición frente al líder boliviano. Lula respondió: “Hay personas que creen que hay que ser duro para resolver el problema; creo que se resuelve mejor siendo cariñoso”. En todo caso, la reacción K ante la decisión de Chávez fue similar a la del brasileño, sin guerra a la vista. Una vez acallado el fragor de la campaña, todo indica que con Tavsa, Matesi y Comsigua sucederá lo mismo que con Sidor: largas negociaciones y un acuerdo con compensaciones.

Finalmente, el último episodio que le agrega un matiz más al asunto: la decisión de Techint de depositar los 400 millones de dólares del primer pago por Sidor en un banco alemán y no en uno argentino. Las quejas del gobierno argentino son razonables, aunque la decisión de la compañía también: las empresas buscarán siempre resguardar sus intereses acudiendo a un refugio considerado seguro, tal como en su momento hiciera Kirchner con los famosos fondos de Santa Cruz. El episodio, en todo caso, revela las contradicciones del tiempo en que vivimos: sólo el Estado-nación puede defender ciertos intereses, pero la globalización ha creado reglas de juego que le permiten a un holding presentarse como argentino algunas veces y como transnacional muchas otras, complicando aún más una discusión oscurecida por la estridente kermesse de campaña.

Fuente: www.Página12.com.ar


GRACIAS DIEGO POR COLABORAR CON LA RESISTENCIA..!

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